“La puta que la vida tiene sus vueltas, tantas que te deja sentada de culo de puro mareo- pensaba Luna- Lucchetti, me adornó con unos magníficos cuernos, pero noooo… Lunita no es una cornuda cualquiera, ni ahí, a mi me encuernan con chabones y para mejor, con mi mejor alumno, un talento nato con proyección internacional. Definitivamente soy un ser especial..."
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Buen relato.
ResponderEliminarAl final, le dio otra portunidad al tipo?
Yo creo que sì. Las mujeres son asì.
Un abrazo.