“Las despedidas son un acontecimiento alegre” pensaba Burbuja, la
bruja, volando en su escoba Maruja, estaba buscando una flor. Ella adoraba todas las
flores, sin excepción y un poquito más
las blancas, pero esta vez iba en busca de una de color de rosa. Había
recibido una misión en sueños y a sabiendas que nada
es tan real como lo soñado, era muy importante para ella cumplir con ese
encargo. “La flor rosa te espera en el desierto, tenés que acompañarla al final
del arco iris”. Burbuja no podía
negarse. Salió de mañana, muy temprano y buscó todo el día sin ningún resultado hasta que de causalidad, como ocurren
todas los hechos casuales, descubrió a la flor bajo una palmera viendo
un partido del real Madrid (en directo desde un Coco-HD), y no estaba sola…
estaba muy bien acompañada por un tal Shrekman,
conocido por andar liberando monstruos atrapados en las cavernas del valle
perdido.
¡Miramela
vos a la florcita!
-¿Estás lista? – le dije, esperando que se sacara los ruleros que
tenía puestos para enrular sus pétalos.
-Claro- me contestó- el partido ya terminó. ¿Cabemos los tres en la escoba? Quiero que
ustedes dos me acompañen- su sonrisa me
habló- llévenme al final del arco iris.
Y surcamos los cielos, cruzamos los mares en un viaje que duró
mucho y nada al mismo tiempo, entre un
instante y una eternidad.
Un viaje intenso, de esos que están llenos de aventuras mágicas
(la flor rosa había sido bruja en otra vida y recordaba algunos conjuros que le
enseño gustosa a Burbuja).
Un viaje cruzando todo el arco iris ora sobre Maruja, ora saltando
entre color y color, del rojo al naranja al amarillo al verde al índigo al
violeta y viceversa hasta llegar al
final y decirle adiós a la flor.
“Las despedidas son un acontecimiento alegre” - dije al liberador
de monstruos mientras volvíamos.
“Si hay despedida es que hubo encuentro y eso es maravilloso”- me sonrió.
A Camelia
Aida Rebeca Neuah
Imagen: "Camelia 04" de Alex Vázquez