30 ene 2010

MARTIN EN SU DIA



Un día Martín se despertó sobresaltado al verme recostado a su lado. Se movió, me moví y sonreí.
-Hoy vamos a pasar el día juntos ¿si?
-¿te parece, mmhh? Bueno, vamos.
Camino al trabajo compramos globos amarillos para los nenes pelirrojos y los repartimos. Cabalgamos en el caballo del Hidalgo Perdido en la placita de la vuelta mientras escuchábamos emocionados la historia de un gorrión que había venido volando de Neuquén buscando al amor de su vida. Desayunamos en Manolete, café con leche, pan caliente, manteca y sal.
-llegamos tarde al trabajo- dijo Martín mirando el reloj.
Abracadabra, con un rápido movimiento de mi mano le hice desaparecer el reloj. Hoy el tiempo no existe, dije y fuimos a visitar el refugio de madera en el árbol que construimos cuando teníamos trece. La casita estaba medio destruida pero en pie. Pusimos manos a la obra y la restauramos en lo que pudimos. El, aunque era mayor, se acordaba mas de los detalles de cuando éramos niños... como si en su interior hubiera quedado una parte de nuestra infancia en el mas puro estado.
Fuimos a visitar a la tía Luba, una preciosa viejita de ojos celestes chispeantes bajo un armazón de carey oscuro, pelo blanco a la barbilla y andar elegante en su bastón. Cuando nos vió nos preparó doble ración de te de lluvia con torta de miel oscura.
-¿que tenes ganas de hacer? Nos miramos... si!!! Remontar barriletes., Encontramos ramitas en el parque, le pedimos diarios viejos al diariero, hicimos engrudo al estilo clásico de mezclar la harina con el agua y usamos de piolín la soga del colgar la ropa de la vecina de la esquina. Al rato de trabajar en equipo, estabamos los dos sentados en una terraza mirando como nuestro barrilete se bamboleaba al ritmo desprolijo del viento.
El sol bajaba en mil colores cuando volvimos caminando a paso lento al departamento.
El Martín mas viejo me acomodó en mi cama, me arropó, me tarareó la canción que mama nos cantaba y esperó a que mis sueños me llevaran a pasear entre burbujas mágicas.

Aida Rebeca Neuah

1 comentario:

  1. Qué linnndo!!! Cuánta magia!! Qué hermoso relato, qué hermosa energía!!
    Yo quiero ir a remontar un barrileteeeeeeeee
    Besitos.

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