3 mar 2012

Sol y dar y dad


Las inmolaciones por caída libre están a la orden del día. Entérense señor, señora. ¡Pobres! Pobrecitos los  suicidados, esos que casi nunca  terminan de cumplir enteramente su objetivo y quedan ahí tiraditos todos desarmados.  No sé porque pero ellos  se derrumban, se dejan caer de  balcones a cualquier  altura  y se rompen en pedazos (dos y tres). Todos, sépanlo, todos  nosotros vivimos nuestra  triste existencia  pendientes de un hilo, pero ellos, angustiosos inadaptados  deciden terminar con una vida de congoja y saltan al vacío.  “ABeCe”, nuestra fundación, es una asociación sin fines de lucro  dedicada a dar en un primer momento atención post- traumática a estos pobrecitos, a todos y cada uno de ellos, sin distinción de credo o color. Con más de diez años de experiencia contamos con un par de voluntarios  debidamente capacitados en primeros auxilios, segundos auxilios y  auxilios hasta la enésima potencia. Nuestro trabajo consiste en recogerlos  directamente del lugar donde cayeron  o a donde se tiraron (no importa si es en la vereda, en la calle o en el jardín habiendo tenido que rechazar los casos en los que caen en aguas profundas) y  trasladarlos  a  centros equipados con los últimos adelantos en tecnología tan necesarios para reparar los daños que este tipo de caídas causa. Luego, en una segunda etapa y no por eso menos importante les brindamos asilo en nuestros hogares (si, leyó bien, los llevamos a vivir a  nuestras casas) donde poco a poco, centímetro a centímetro, milímetro a milímetro  les asignamos pequeñas responsabilidades (como por ejemplo sostenernos alguna cosita liviana) para que al fin puedan retornar a la vida útil.  Si bien la cantidad de  voluntarios ha crecido en un cien por cien en el último año (hace un año era yo sola y parece que el ejemplo cunde porque ahora tengo un amigo que me ayuda), no es suficiente para atender  y dar asilo a la creciente cantidad de  damnificados. Les pido, les ruego  encarecidamente que se hagan eco de esta problemática que es ignorada por el común de la gente y por todos los gobiernos del mundo. Tomemos consciencia y actuemos en consecuencia recojamos los broches que se caen de la soga. Atte, ABeCe  Amigos de los broches caídos.

Aida Rebeca Neuah
Imagen: "Al sol" Gustavo Madueño

8 comentarios:

  1. Soy otro mas de los que se solidariza con los
    pobres brochecitos caidos en accion!Grande Aiiii!
    como de costumbre!Idola!Abrxitos de oso.

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  2. Conductas como la tuya ( y la de tu amigo), son las que hacen que este mundo sea un poco mejor cada día. Trataré, antes que nada, ser una mejor persona y cuando crea estar listo para tan loable tarea me ofreceré gustoso a darles una mano, mano que no me temblará en caso de que haya que sacrificar definitivamente a alguno de esos pobres suicidados a los que sería mejor, creo yo, evitarles una larga y lenta agonía.
    Me sorprendió el final y eso siempre me es grato. Felicitaciones, Aída.

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  3. resolución de la historia en el último minuto!

    besos, grosa*

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  4. Te conozco, y se lo excelente persona que sos...por eso no me asombra tu gesto de valentia y hunitario....Hay que estar muy seguro de si mismo, para emprender la obre que estas cumpliendo...Adelante Aida......En que puedo ayudar?

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  5. Oh, pero yo pertenezco a esta fundación, y recién ahora me estoy enterando!!
    Una joyita el escrito, redondito redondito!!!
    Besossssssssssssssssss

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  6. AH! Muy bonito!! Reconozco que soy un poco cruel con estos protegidos por la fundación. Por pura torpeza nomás, pues cuando se desarman jamás he podido rearmarlos. Entonces, que la frustración no se note y se abra la tapa del tacho de la basura. Besos.

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  7. Ja! Gran final le dio al asunto. Muy bueno lo suyo.

    Un saludo.

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