El tiempo volverá sobre sí mismo
Lo que es futuro volverá a pasado
Al principio cuando todo comenzó
Si acaso encontraras alguna vez aquel portal
Fragmento de “El Laberinto eterno del Hombre” de J. P Rocket
El profesor Charret se sentó en la banca preocupado. Su
experimento para descubrir la puerta a la cuarta dimensión estaba estancado.
Después de muchos años de esfuerzo logró construir su increíble “Burbuja
Charret” una cápsula que desactivaba la orientabilidad universal (1). La probó
en una primera etapa en objetos cuadrados como dados, butacas de madera, cajas
fuertes y el cubo mágico de Rubik´s. Éstos elementos especiales habían soportado incólumes el caudal de energía eólica de la cápsula demostrando su hipótesis
de que los objetos cuadrados por una cuestión de capacidad espacial en materia
podían redistribuir su orientabilidad en todos sus costados del mismo modo. Una
vez confirmado esto, el desafío de Charret consistió en introducir en la “Burbuja” materiales de las
formas más diversas: un almohadón de plumas de ganso, una birome Bic, un loro
de peluche robado al hijo del vecino; acreditando así que éstos, sufrían una
especie de desintegración temporaria por diecisiete minutos (2) antes de volver
a su estado natural. Llegado a este punto, las preguntas que se hacía el
profesor Charret eran: ¿dónde se escurrían estos elementos al desaparecer? ¿Acaso cruzaban el portal vectorial
cuatridimensional del tiempo? Él estaba seguro que así era. La fama y la gloria
lo esperaba al final de camino, solo tenía que animarse a ser un participante
activo de la historia y transformarse en el primer ser humano capaz de anular
su orientabilidad universal y viajar por el tiempo. Con coraje programó la cápsula
para que funcionara automáticamente y se introdujo en ella. Tres, dos, uno
cero…
El profesor Charret se sentó en la banca preocupado. Su
experimento para descubrir la puerta a la cuarta dimensión estaba estancado.
Después de muchos años de esfuerzo logró construir su increíble “Burbuja
Charret” una especie de capsula que desactivaba la orientabilidad universal.
Notas:
(1)
Según explica en su libro
Pierre Rugget, el famoso físico Austriaco recientemente premiado con el premio
“Klonex”: el mundo en el que vivimos, que vemos y habitamos es el resultado de
un triple vector (PT) que combina valores de altura, anchura y profundidad.
Existe un cuarto valor aislado, que se adjunta naturalmente al PT que es un
valor orientativo clásico. Los puntos cardinales entran dentro de estos valores
y adquieren una significación extendida cuando se unen a dicho vector dando por
resultado la apertura del tan famoso portal a la cuarta dimensión donde al no
existir orientabilidad se abren las puertas de tiempo.
(2)
Estudios realizados en la
Universidad estatal de Viena demuestran que para nuestro mundo tridimensional,
en el que el tiempo se mide por convención de pulsos, la apertura/cierre de un
portal con su correspondiente empuje y tire de la hoja lleva treinta y siete
segundos cada una, utilizando así un minuto catorce segundos en ello. Quince
minutos restantes es lo que el portal está abierto habiendo un resto de
cuarenta y seis segundos que se distribuyen uniformemente a modo de separador
de acciones.
Aida Rebeca Neuah
Imagen: "Color study. Squares with concentric circles" de Kandisnky