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7 feb 2015

EL LABERINTO ETERNO DEL HOMBRE




Si acaso encontraras alguna vez aquel portal
El tiempo volverá sobre sí mismo
Lo que es futuro volverá a pasado
Al principio cuando todo comenzó
Si acaso encontraras alguna vez aquel portal
Fragmento de “El Laberinto eterno del Hombre” de J. P Rocket

El profesor Charret se sentó en la banca preocupado. Su experimento para descubrir la puerta a la cuarta dimensión estaba estancado. Después de muchos años de esfuerzo logró construir su increíble “Burbuja Charret” una cápsula que desactivaba la orientabilidad universal (1). La probó en una primera etapa en objetos cuadrados como dados, butacas de madera, cajas fuertes y el cubo mágico de Rubik´s. Éstos elementos especiales habían soportado incólumes el caudal de energía eólica de la cápsula demostrando su hipótesis de que los objetos cuadrados por una cuestión de capacidad espacial en materia podían redistribuir su orientabilidad en todos sus costados del mismo modo. Una vez confirmado esto, el desafío de Charret consistió en  introducir en la “Burbuja” materiales de las formas más diversas: un almohadón de plumas de ganso, una birome Bic, un loro de peluche robado al hijo del vecino; acreditando así que éstos, sufrían una especie de desintegración temporaria por diecisiete minutos (2) antes de volver a su estado natural. Llegado a este punto, las preguntas que se hacía el profesor Charret eran: ¿dónde se escurrían estos elementos al desaparecer?  ¿Acaso cruzaban el portal vectorial cuatridimensional del tiempo? Él estaba seguro que así era. La fama y la gloria lo esperaba al final de camino, solo tenía que animarse a ser un participante activo de la historia y transformarse en el primer ser humano capaz de anular su orientabilidad universal y viajar por el tiempo. Con coraje programó la cápsula para que funcionara automáticamente y se introdujo en ella. Tres, dos, uno cero…
El profesor Charret se sentó en la banca preocupado. Su experimento para descubrir la puerta a la cuarta dimensión estaba estancado. Después de muchos años de esfuerzo logró construir su increíble “Burbuja Charret” una especie de capsula que desactivaba la orientabilidad universal.
Notas:
(1)    Según explica en su libro Pierre Rugget, el famoso físico Austriaco recientemente premiado con el premio “Klonex”: el mundo en el que vivimos, que vemos y habitamos es el resultado de un triple vector (PT) que combina valores de altura, anchura y profundidad. Existe un cuarto valor aislado, que se adjunta naturalmente al PT que es un valor orientativo clásico. Los puntos cardinales entran dentro de estos valores y adquieren una significación extendida cuando se unen a dicho vector dando por resultado la apertura del tan famoso portal a la cuarta dimensión donde al no existir orientabilidad se abren las puertas de tiempo.
(2)    Estudios realizados en la Universidad estatal de Viena demuestran que para nuestro mundo tridimensional, en el que el tiempo se mide por convención de pulsos, la apertura/cierre de un portal con su correspondiente empuje y tire de la hoja lleva treinta y siete segundos cada una, utilizando así un minuto catorce segundos en ello. Quince minutos restantes es lo que el portal está abierto habiendo un resto de cuarenta y seis segundos que se distribuyen uniformemente a modo de separador de acciones.


Aida Rebeca Neuah
Imagen: "Color study. Squares with concentric circles" de  Kandisnky 

3 jun 2013

LOS MISTERIOS DEL UNIVERSO



Develar los misterios del universo siempre ha sido prioritario para el ser humano. Toda incógnita por más pequeña que fuera genera en cada uno de nosotros la necesidad urgente de resolverla. Para lograrlo, muchas veces, echamos mano a lo primero que encontramos, redefiniendo verdades y realidades simples en mentiras e irrealidades complejas. Numerosos estudios han determinado que las respuestas a los más profundos interrogantes son de lo más sencillas, aunque no siguen el tipo de pensamiento lineal que estamos acostumbrados a utilizar. En casi un 99% de las veces un simple objeto es el que determina la diferencia. Utilizando este criterio primordial y básico, un grupo de renombrados científicos de la Universidad Hebrea de  Massachusetts (MUH), han creado un sistema  infalible para resolver enigmas pluri-lógicos, el método de la “media roja”.

El misterio de la sonrisa
¿De qué reía la Mona Lisa? Pues bien, la sonrisa es una forma de expresar facialmente satisfacción ,entonces sabemos que la señora estaba plenamente satisfecha. Pero… esa picardía en su sonrisa…  ¿a que  se debía? Ella descubrió una “media roja” bajo la almohada. Su joven amante (ella gustaba  de jóvenes mozos), preso de un ataque de celos, la había dejado olvidada con la esperanza que el marido ausente la encontrara a su regreso. A Mona esas actitudes lejos de enojarla la llenaban de ternura. La Gioconda sonreía por “la media roja”.

Teoría de la gravedad
Las apariencias engañan. Una manzana, la que le cayó en la cabeza a Isaac Newton, no era lo que parecía. Un grupo de  niños traviesos, jugando en plena tarde, aburridos, rellenaron una “media roja” con piedras, se subieron a un manzano y esperaron que un pobre gil se sentara debajo para dejar caer el proyectil. Cuando el pobre Isaac se sentó frente a aquel árbol  le pareció haber sido golpeado por una manzana.  La teoría de la gravedad fue elaborada gracias a “la media roja”.

El primer planeador de la historia
El primero en imaginar un hombre haciendo ala delta fue Da Vinci, muestra de eso son sus innumerables bocetos de planeadores. Saliendo de su casa una tarde de abril, Leonardo, tuvo calor y se sacó “la media roja” que tenía puesta, la alzó sobre su cabeza y corrió para  meter viento en el agujero que era para el pie. Tuvo tan poca suerte que  la media se descosió por  la costura  y se abrió completamente. Él agarró con una mano cada punta de la media, la levantó sobre su cabeza y siguió corriendo con la media cual banderita roja hasta que se encontró con una escalera y saltó todos los escalones sin dudar. Tal era su genialidad que se dio cuenta al instante que el trapo abierto sobre su cabeza  había amortiguado su caída. El primer aerodeslizador conocido fue precisamente “la media roja”.

El derretimiento de las formas
Sentado en su sillón preferido, Dalí miraba la  vida pasar. Lo había hablado muchas veces con Gala,  sentía que los días se le escapaban.  Para Salvador, las horas  eran un helado que él estaba comiendo y no importaba con cuanta premura lo hiciera siempre algo se le terminaba cayendo.  Los minutos  se le escapaban.  Su reloj se derretía. ¿Dibujar un reloj derretido? ¿Cómo? Sobre el respaldar de la silla vio “la media roja” que se había sacado; ésta se dejaba caer por el peso de los años. El tiempo de Dalí se derrite igual que “la media roja”.

Extractado de “Los misterios del universo no son moco de pavo” de D. Shrekman.

Aida Rebeca Neuah
Imagen: "Ciudades invisibles" de Tania Coello