16 feb 2011
DE VUELTA, LAS FLORES
Atraviesa el portón, puedo sentir cada baldosa crujir bajo sus pies. Se aproxima, lo veo desde la ventana. Lleva un ramo de rosas blancas, mis preferidas, un gran gesto de su parte. Nos peleamos la semana pasada, culpa mía. Mi marido es un gran hombre: siempre se preocupa por todo, trabaja de la mañana a la noche, vive para su familia, no merece mi falta de atención. Me entretengo haciendo tonterías, hablando por teléfono, cosas en la casa o ayudando en la tarea a mis hijos, sino después se sacan malas notas y hay bronca. No quiero que les grite. Conmigo no importa, yo soy fuerte, lo comprendo, esta cansado. Con los chicos no. "¿Qué? ¿Qué falta para la cena? ¡Vengo del trabajo y la señora no tiene la cena lista!". Así empezó todo aquel lunes: los golpes, los gritos, la ambulancia, la internación, una semana en el hospital con fracturas internas. Los doctores me preguntaron muchas veces que había pasado, les dije que me caí, tuve miedo, "Cerrá la boca y ni se te ocurra dejarme porque te encuentro y te mato". Ahora, él está entrando en la casa. La mesa está puesta. La comida preparada. Se acerca y me abraza sosteniendo el ramo en mi espalda. "Nunca más nos vamos a disgustar, decime que no me vas a hacer enojar otra vez, prometelo, te traje flores". Se sienta en la cabecera de la mesa y habla animadamente. "Me voy a acostar, mañana trabajo, poné el ramito en agua". Me besa el ojo en compota y sube. Acomodo las flores en el jarrón que tenemos frente al espejo de la entrada. ¡Pobrecitas las rosas, no quieren quedarse allí! Luchan, se resisten, desorbitados sus tallos pelean por huir. Los capullos tuercen hacia la salida. Los pétalos agotados se suicidan, se desprenden de sus corolas, se tiran al vacío fuera del jarrón. Me veo en futuro, retorcida tratando de escapar o peor aún, cayendo en un abismo infernal. Levanto los pétalos… abrazo las flores… necesitamos ayuda.
Aida Rebeca Neuah
Imagen: "ROSAS BLANCAS" de Alba Elisa Zuluaga
El señor viejex ha escrito una precuela de este relato. Para leerla haga click ACÁ
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Me encantó la frase final.
ResponderEliminarUn beso.
Ay, me llegó tan hondo...
ResponderEliminarBeso.
Que fuerte.
ResponderEliminarY para peor, es la realidad, en muchos casos.
Un abrazo.
mambretta
ResponderEliminarbeso al cuadrado
si marina, a mi me costo mucho meterme en el personaje. un beso
ResponderEliminargaucho
ResponderEliminares muy real, pasa todos los dias delante de nosotros. beso
Me sorprendiste gratamente, Alba. Que forma, amiga, que personaje bien llevado, que argumento tan solido y real, y que dolor que brutalidades de esas se perdonen así sea en cuentos; pero un consejo grande para todas las ama de casa, sin tratar de justificar la violenta acción:
ResponderEliminar"¿Qué? ¿Qué falta para la cena? ¡Vengo del trabajo y la señora no tiene la cena lista!"
Esto es muy feo para el hombre, llegar a casa cansado y hambriento y encontrarse esta sorpresa.
Besos, mi gran amiga.
anthony, los hombres que golpean a las mujeres estan enfermos, estamos hablando de situaciones patologicas. no mezcles.
ResponderEliminarya lo dije, amiga, no justifico, nunca he golpeado a una mujer ni acepto que otro la haga, si una situación no gusta se habla, y si continua es mejor separarse y listo.
ResponderEliminarPero recuerda, A.R.N. que no atender al marido o a los hijos también es una forma de violencia.
Besos.
el último párrafo es la esperanza, mientras te leía pensaba lo perdida que estaba esa mujer, pero el ultimo párrafo cambia las cosas. Cuando tenes claro cuál es tu problema, tenés solucionado el 50% del asunto
ResponderEliminarbesos
anthony, violencia es otra cosa, se puede psicopatear, se puede golpear, se puede obligar por la fuerza.
ResponderEliminarel matrimonio es una posta, si la mujer no hace las cosas, las hace el hombre y listo. para eso estan casados.
lau
ResponderEliminarpense mucho el final, una mujer que esta en esa situacion de fragilidad no creo que pueda sola hacerse cargo, lo primero es darse cuenta que tiene que pedir ayuda.
Todo tan cierto...¿Se anima a meterse en la cabeza del marido? Ese también necesita ayuda, pero dudo mucho que tenga conciencia de ello ni la vaya a tener.
ResponderEliminara eso me referia Bruji, porque en esos casos creo que el problema mas grande es precisamente animarse a pedir ayuda
ResponderEliminarTal vez ya no te quiera. Creo que uno de los deberes más hermosos que tenemos los que decidimos formar una familia es trabajar y preocuparnos por la casa nuestros hijos y nuestra esposa/o; pero cuando ya no amamos ése deber se torna ineludible e insoportable y empiezan las agresiones. Yo si fuera él y te amara, comprendería que te hayas retrasado y te aconsejaría que empieces más temprano las tareas o te pondría una empleada para que te ayude; por último siempre queda la posibilidad de mandar a hacer la comida a mamá o hacer una olla común. En fin, tantas salidas que hay cuando hay amor. Un fuerte abrazo y no sigas permitiendo maltratos que los que van a seguir tu ejemplo son tus hijos.
ResponderEliminardificil meterse en la cabeza de una persona golpeadora sin distincion de genero, no estoy segura de como resolveria la situacion de alguien que ve como normal exteriorizar lo que le pasa pegando.deme tiempo viejexxx, veremos que sale
ResponderEliminarlau,totalmente de acuerdo, primero verlo, despues animarse a pedir ayuda.
ResponderEliminarbesito chica sexy
el drac
ResponderEliminarno nos estamos entendiendo. no importa si la quiere o no, si ella lo quiere o no. NADA JUSTIFICA LA VIOLENCIA.
En eso estamos de acuerdo, amiga, yo en mi casa también cocino y lavo chismes; es más, cuando me encargo de la cocina las niñas aplauden a rabiar. No digo que ella lo haga mal, pero yo, modestia aparte, soy muy bueno, je je je
ResponderEliminarMuchoS besos..
Si quieres saber si un hombre es bueno, fijate en áquel que cuida las flores siempre....todo tipo de flores.
ResponderEliminarBesotes
hierba
ResponderEliminarusted es un tierno. beso. ah, escribame, que perdi su mail. beso dos
Lo que siempre pasa. Los violentos se descargan con los más débiles.
ResponderEliminarEl tipo no fue tan macho con el camionero...
Buen relato a duo.
Lei la precuela y este cierre. Impecables. Lo de la violencia que a veces no es solo física sino también psiquica es grave. Igual, no entiendo algunos comentarios que hablan de si la cena está o no está lista o si la quiere o dejó de quererla. Buen trabajo con el amigo de Tigre!!!!!!!!!
ResponderEliminarUn relato que estremece, pues es una realidad que abunda, que hiere... que mata.
ResponderEliminarY genera, en la mayoría de los casos, nuevas generaciones de agresores en los hijos.
Abrazo!
caruguin bonito, bienvenido, me alegra que le haya gustado, que tenga buenas vacaciones.
ResponderEliminardany
ResponderEliminarla violencia tiene muchas caras, lamentablemente. gracias por pasar y bienvenido.
verdad cando, se contagia, genera nuevas generaciones de golpeadores y golpeados. beso
ResponderEliminarfui a leer la precuela antes de dejar aquí mi comment.
ResponderEliminarqué buena historia, brujis, historia testimonial...
me parece bueno que ella, la señora, sobre el fin del relato sepa que necesita ayuda.tal vez así se evite la propagación de la especie golpeadora.
besos*
rayu
ResponderEliminarojala rayu, ojala estas historias tuvieran un final feliz muchas mas veces.
besin
Triste relato. Cuantas personas habrán atrapadas en esta cruel realidad...
ResponderEliminarmuchas, muchisimas, se conocen solamente los casos que son denunciados por la victima o por algun allegado y de estos... no todos llegan a buen puerto.
ResponderEliminarbeso
Fuerte, y lamentablemente tan real.
ResponderEliminarBeso.
si, lamentablemente real epistola. beso
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