La muerte es
una bella mujer de muchos rostros.
Jugadora
empedernida y bebedora entusiasta.
-Servime otro- me ordenó usando la cara de mi tía Luba,
una pariente lejana que murió como quiso, arrollada por un carrito de helados
Laponia, sus preferidos.
-Che, no soy tu empleado, hablame bien. Es más, éste es
buen momento para confraternizar, hacernos amigos- dije sonriendo con esas
sonrisas de película en la que al protagonista le brilla un diente de costado
(siempre es bueno llevarse bien con las mujeres hermosas, sobre todo si tienen
la posibilidad de transportarte sin escalas intermedias al mas allá).
-Tenés razón- me susurró con la cara de Marilyn Monroe y
haciéndome besitos con los labios- te hablo bien. Poneme otro trago, por favor.
¿Amigos? ¿Hacernos amigos? ¿Para qué
querría alguien ser mi amigo? ¿Con o sin sexo?
-Se teme a lo que
no se conoce, quiero conocerte a fondo,
saber que pensás, que sentís, como te va en el trabajo, cuando me voy a
morir... si la fecha es prorrogable…y que exactamente hay después si es que hay
después (Soy todo un galán, con sexo ¿Qué pregunta?)
-Vos me conoces bien, me viste a tu lado silenciosa en
cada episodio de tu vida- y se puso la cara de Sigmund Freud.
(¡Qué impresión!,
se me fue la libido al subsuelo, además empezar a pensar en consciente,
inconsciente y deseos sexuales reprimidos en la niñez me dio como cosita. Por
suerte se dio cuenta al toque y cambio a Rita Hayworth.)
- como decía, no soy una desconocida para vos, si echás un vistazo en tu pasado vas a ver mi constante presencia. No veo la razón de que
me tengas miedo aunque dicen que los hombres les temen a las chicas lindas e
inteligentes (pestañeo constante y reiterado seguido por apertura ocular y
mirada de gata).
-Verdad. ¿Por qué te tengo miedo si te veo hasta en la
sopa? ¿Será quizás porque morirse es desaparecer, esfumarse sin dejar rastros
(en realidad rastros dejamos pero bien que nos ocupamos de enterrarlos o
quemarlos)? ¿Será porque esto de que se
acabe la vida de uno, que dejemos de estar donde estamos y ser lo que somos
para ir a habitar en el mejor de los casos otra dimensión energética no parece
ser un negocio muy rentable? ¿Será que más allá de verme reflejado en las cosas
o en las gentes que forman parte de mi vida no aguanto sentirme tan vulnerable
ante vos? ¿Será tal vez que escapás a mi
control? ¿Qué será?
Y ahí apareció
Doris Day
BONUS TRACK: http://www.youtube.com/watch?v=ZccvzBgkdA8
A los compañeros de vuelo
Aida Rebeca Neuah
Imagen: "El árbol de la vida" de Gustav Klimt